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La Relación entre las adicciones y la salud mental

Adicciones y salud mental es una división que se encuentra establecida en la sociedad, y reflejada en muchos de los recursos terapéuticos sociales y sanitarios que tratan los malestares o dolencias de las personas: siempre se ha tratado “salud mental” por un lado y a las “personas usuarias de drogas” por otro. Esto implica un estigma directo sobre la atención a estas personas usuarias de drogas.

Desde SAE no consideramos sea una división que aporte o ayude en la atención terapéutica, ya que toda persona es “una” en exclusiva y puede tener malestar en diferentes áreas o mostrar diferentes síntomas, pero todos/as forman parte de una única salud mental integrada: malestares o dificultades con drogas, alimentación, desarrollo físico y cognitivo, rendimiento intelectual, sexualidad, relaciones sociales y familiares, etc. Es decir, todo aquel malestar que no deja vivir a la persona siendo feliz y sintiéndose bien forma parte de su total salud mental.

En SAE partimos de la base de que la persona es un todo integrado, no tiene unos malestares/síntomas por un lado y otros disociados de los primeros por otro. Todos ellos, están inter-relacionándose y condicionándose. Son todos síntomas más o menos molestos y/o incapacitantes que tienen un origen o varios factores en el origen que se complementaron, y que hay que ir descubriendo y trabajando en el proceso terapéutico. Entendemos que, bajo los síntomas, que suelen ser los problemas visibles o la demanda con la que llega la persona y que se suelen atender en recursos diferentes (drogas, alimentación, tecnología, problemas en las relaciones, etc), bajo estos síntomas hemos de entender y dar luz a qué factores han estado presentes en la base y durante toda su historia de vida, y que han dado lugar a la aparición del síntoma: experiencias dañinas en su historia de vida, genética y lo que se arrastra de forma transgeneracional que haya sido problemático (sea genética o aprendizaje).

El vínculo, por tanto, entre estos dos conceptos en la sociedad en la que vivimos, se trata o se maneja como una inter-relación entre dos entes independientes en la persona, que afectan a millones de personas de la población en todo el mundo. Las adicciones, ya sean a sustancias como el alcohol u otras drogas, o las comportamentales como el juego o el uso excesivo de la tecnología, se considera están a menudo estrechamente relacionadas con otros problemas de salud mental en las personas. Según lo entendemos en SAE es obvio que estén vinculados y estrechamente relacionados, ya que no existe ningún malestar en la persona, que a su vez no afecte en mayor o menor medida a la misma en la totalidad de todas sus áreas. Entender esta relación (sean consideradas dos entes independientes o sean consideradas áreas intrínsecas en la persona relacionándose) es crucial para abordar la atención a estas personas de manera efectiva y promover su recuperación.

Coexistencia de Trastornos Mentales y Adicciones

Aunque en SAE no etiquetamos y no hablamos de conceptos como “trastornos” y tampoco consideramos que sea adecuado separar las dificultades que tienen las personas con el uso de drogas, del resto de su salud mental (entendemos que la persona tiene una salud mental que es global y total y ahí dentro también están los usos de drogas que pueden dar problemas, no son algo separado de su salud mental), sí es cierto como ya hemos explicitado anteriormente, que existe en el mundo sanitario y social una división establecida entre “adicciones o problemas de drogas” por un lado, y “trastornos o problemas de salud mental”, por otro. Son áreas que tienen recursos en la sociedad específicos y diferenciados, para tratar cada situación problemática por separado. En SAE no separamos, atendemos a la persona de forma integral venga con el síntoma/problema que venga.

Dicho esto, y considerando la división establecida, se estima que alrededor del 50% de las personas que padecen trastornos mentales también tienen problemas de abuso de sustancias. Esta relación de coexistencia, conocida como «comorbilidad» o también patología dual, puede manifestarse de distintas maneras. Las personas con depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia, entre otros, son más propensas a desarrollar adicciones como una forma de lidiar con sus síntomas. Por otro lado, el consumo de sustancias puede exacerbar o incluso desencadenar, síntomas de malestar que proceden de una desorganización de la estructura o funcionamiento concreto de la salud mental de la persona, ocasionando los síntomas típicos que luego son descritos como problemas de salud mental preexistentes.

Por ejemplo, alguien que experimenta depresión severa podría recurrir al alcohol para sentirse mejor temporalmente. Sin embargo, el uso continuado del alcohol puede empeorar la depresión a largo plazo, creando una espiral descendente donde ambos problemas se alimentan mutuamente empeorando la salud mental global de la persona.

Qué aparece Primero: ¿La Adicción o el Trastorno Mental?

Una de las preguntas más comunes en esta área es si las adicciones son causa o consecuencia de los trastornos mentales. La realidad es que no hay una respuesta única, ya que ambas situaciones pueden darse. En algunos casos y según la investigación vigente, las personas desarrollan adicciones como un mecanismo de afrontamiento para sus problemas de salud mental no tratados o no resueltos. En otros, el uso prolongado de sustancias o conductas adictivas puede generar cambios en la química cerebral, incrementando el riesgo de desarrollar trastornos mentales.

Por ejemplo, las drogas estimulantes como la cocaína pueden inducir episodios psicóticos en individuos vulnerables, mientras que el consumo de alcohol a largo plazo está vinculado a trastornos de ansiedad y depresión. A su vez, personas con problemas como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden buscar en las drogas una forma de escapar de los recuerdos intrusivos o la angustia emocional.

Factores de Riesgo y Vulnerabilidad según la investigación vigente

Existen varios factores que aumentan la vulnerabilidad al malestar en las personas, sean problemas en el terreno de las adicciones, como en otras áreas de la salud mental:

  1. Factores genéticos: La predisposición genética juega un papel importante. Las personas con antecedentes familiares de trastornos mentales o de abuso de sustancias tienen un mayor riesgo de sufrir ambas condiciones.
  2. Factores ambientales: El estrés crónico, la exposición a traumas y la falta de apoyo social, son factores que pueden desencadenar tanto adicciones como otras problemáticas en la salud mental de la persona.
  3. Desarrollo cerebral: La adolescencia y la juventud son períodos clave en el desarrollo del cerebro. El uso temprano de drogas o alcohol puede interferir en este proceso, aumentando el riesgo de desarrollar problemas de salud mental más adelante.

La Importancia del Tratamiento Integrado

El tratamiento de la comorbilidad entre adicciones y otros problemas en la salud mental, presenta un gran desafío, ya que tratar uno sin abordar el otro, puede llevar a recaídas o a una recuperación incompleta. Por ello, los enfoques integrados, que tratan tanto la adicción como el resto de dificultades en salud mental subyacentes de manera simultánea, suelen ser los más eficaces.

El tratamiento puede incluir una combinación de diferentes tipos de terapias:  farmacológicas, psicoterapéuticas (cognitivo-conductuales, terapia de aceptación y compromiso, atención centrada en la persona, psicodinámicas, humanistas…), mindfulness, etc. El apoyo de grupos comunitarios o trabajo con el contexto amplio al que pertenece y de grupos familiares (contexto próximo), también es fundamental en el proceso de recuperación. Se ha de trabajar con la persona y todos los contextos en los que ésta está inmersa.

Rompiendo el Estigma

Uno de los mayores obstáculos para abordar la comorbilidad de adicciones y salud mental es el estigma. A menudo, las personas se sienten avergonzadas de buscar ayuda por temor al juicio social, lo que perpetúa el ciclo de sufrimiento. Romper el estigma y crear un ambiente de apoyo donde las personas se sientan seguras para buscar apoyo/tratamiento es esencial para lograr avances en esta área.

La relación entre las adicciones y la salud mental ha de seguir siendo trabajada, siendo las adicciones parte de una salud mental única. Con el tratamiento y acompañamiento adecuado, las personas pueden cambiar su vida y vivirla de una forma más plena y saludable.

Abordar ambas condiciones de manera integrada y personalizada es clave para asegurar que quienes enfrentan estos desafíos puedan encontrar una vía hacia la recuperación duradera.

Desde el Servicio de Atención y Acompañamiento Terapéutico Especializado – SAE te guiamos en el proceso de mejora de tu bienestar. Si necesitas contactar con nuestro equipo hazlo aquí.

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